Sin embargo, si traemos este seminario a La Caja Verde es porque creo que OS es MUY interesante tanto para los aficionados y practicantes de IGP como para entrenadores caninos de cualquier especialidad, en particular para quienes se dedican a la educación de perros de familia y sienten que las pruebas de trabajo les son lejanas y no tienen nada que ver con su trabajo. No es así.

Si, además, trabajas desde un enfoque COGNITIVO-EMOCIONAL, buscando mucho más que conductas, buscando que los perros entiendan, gestionen y sean felices en su entorno, conviviendo con las personas que les quieren, quizá este seminario te cambie la forma de ver a los perros y te haga querer encontrar tú mismo a Rin Tin Tin, quizá le encuentres un sentido profundo y emocionante a la practica del IGP.

Porque uno de los temas más relevantes a nivel conceptual del trabajo Cognitivo-Emocional (CE) es que las conductas no importan demasiado, sino los motivos, objetivos y entramado relacional que lleva al perro a elegirlas y realizarlas. En muchos casos digo, como broma, que el ideal sería la Lassie de libros y películas: una perra que comprendía la situación, la valoraba y elegía rumbos comportamentales plásticos para lograr unos objetivos mentales ambiciosos. En trabajo Cognitivo-Emocional estábamos buscando a Lassie. Estamos buscando a Lassie.

Esto quizá sea imposible todavía, pero hoy es más importante que nunca tenerlo como aspiración, porque en un momento en el que sabemos que la cognición canina y sus capacidades sociales les permiten ir mucho más allá de las asociaciones simples, el rumbo del adiestramiento en muchos casos ha sido el contrario: buscar técnicas para que el perro haga conductas sin tener nada más en la cabeza que obtener un trozo de comida o que aparezca un juguete (si no evitar algo malo). Perros como los de Up!, que solo piensan “¡Ardilla, ardilla!”, sin más aspiraciones en sus mentes enanizadas por entrenamientos en los que solo importa la vistosidad puntual de las conductas enseñadas. Recordemos que Julianne Kaminski, investigadora puntera de la cognición canina nos contaba cómo determinadas formas de entrenamiento son incompatibles con que los perros buscasen entender, gestionar y resolver por sí mismos problemas y desafíos que surgieran en su entorno, los perros entrenados de esas formas ¡¡no podían usarse en investigación cognitiva porque habían perdido sus capacidades de comprender y empoderarse del mundo, se habían convertido en golems estúpidos que solo podían responder a las órdenes simples que les diese su -y elijo la palabra con cuidado y conciencia- amo!! O sea: lo más opuesto que existe a Lassie.

A primera vista el Original Schutzhund y el Cognitivo-Emocional no parecen tener demasiada relación y, de haberla, se intuiría antagónica: uno busca entender y ofrecer recursos a todos los perros, mientras el otro se enfoca en una raza, el Pastor Alemán, uno apela a la ciencia más actual y el otro a valores tradicionales, que son centenarios, uno se especializa en ordenar y mejorar la convivencia y manejo cotidiano de los perros y el otro en un programa de trabajo que se evalúa en una pista, uno a lo que vendrá y otro a de dónde venimos. Sin embargo…

Jaime y yo tenemos relación desde hace años, nos apreciamos y valoramos, lo que nos lleva a debatir sobre aspectos de nuestros enfoques y conceptos sobre adiestramiento. Aunque esto requiere un traramiento con más detalle, para explicar coincidencias y desacuerdos, hay una frase que resume, expone, deja claro y me permite explicar el elemento de encaje profundo entre OS y CE.

Cuando hablaba con Jaime sobre un seminario en España me propuso un subtítulo, un eslogan que resumía de manera clara y sencilla su propuesta, la aspiración del OS:

Buscando a Rin Tin Tin.

Si nosotros buscábamos a Lassie y Jaime a Rin Tin Tin quizá es porque ambos pensábamos de forma completamente autónoma, pero convergente, que había un mismo problema que subyace a determinadas formas de entrenar perros, exitosas en lograr conductas, pero muy destructivas respecto a sus mejores y más importantes capacidades, las que les permiten ser felices, autónomos, desplegarse como individuos plenos de sentido y vivir con nosotros armoniosa y cómodamente.

Carlos A. López García