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Rainfer y el frío.

Publicado el 4 de diciembre de 2015

Existen dos sensaciones muy duras que acompañan a quienes ayudan a los animales.

En primer lugar está la consciencia de que no existen victorias (y esta es común a casi todas las causas que importan), solo treguas.

La otra es la generada por la imposibilidad de contarles a ellos, a los animales, lo que sucede, el que nos miren sin entender y no podamos explicarnos.

Al decirle a una persona “lo siento, no puedo hacer más” estamos al menos descargando nuestra impotencia y declarando nuestra intención, pero con los animales no humanos esto no es posible. Si fallamos -cuando fallamos- sufren y no pueden saber que lo hemos intentado.

Cuando los animales nos quieren no lo hacen porque conozcan nuestra intención de ayudarles y comprendan nuestra impotencia, sino porque pese a su sufrimiento encuentran un hilo de afecto para sostenernos y donde no existe comprensión de nuestro fracaso existe empatía y voluntad de hacernos sentir mejor con su cariño.

Y el momento más terrible que puede pasar quien ama y ayuda a los animales es aquel en el que un animal que sufre porque no podemos hacer nada por él nos ofrece conductas de consolación intentando aliviar nuestro dolor.

Nadie se siente un héroe cuando esto sucede, por mucho que haya hecho antes.

Pero sin embargo existen los héroes.

Mi amigo Guillermo Bustelo es un héroe, uno de los que Brecht considera imprescindibles: de los que luchan siempre.

Guillermo Bustelo. "Los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles". B. Brecht.

Guillermo Bustelo.
«Los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles». B. Brecht.

Guillermo lleva veinte años ayudando a los primates desde Rainfer, el centro de acogida y recuperación para estas especies más importante de la Comunidad de Madrid.

Es un héroe que está asustado, porque se enfrenta a la imposibilidad de proveer de la calefacción necesaria para que los primates alojados en Rainfer puedan pasar el invierno. Es un héroe que pide ayuda.

Si el mundo fuera una película Guillermo se habría ganado el derecho de tomar a la administración (y a todos lo que decimos que ayudamos a los animales) por las solapas y exigir que cumplan, que ayuden en lo poquito que se les pide. Pero la perspectiva de ver día tras día la caras de cada uno de los animales que rescató ateridas de frío, de seguir cuidándoles sin poder cuidarles, impiden los gestos grandilocuentes. Guillermo solo quiere poder pagar la calefacción este invierno.

Guillermo es un héroe asustado, porque si no estuviera asustado no sería un héroe.

Es el momento de que le ayudemos. Ahora.

Es el único momento posible. Después no vale, mañana no vale.

Ahora.

Porque no podemos dejar que los primates de Rainfer terminen sus días helándose poco a poco mientras ofrecen conductas de consolación a Guillermo.

Olvídate de la épica de grandes gestos, que solo sirve para reivindicar a quien los hace, y conviértete en un héroe del mundo real ayudando a que mañana, y después pasado mañana y luego otro día más, los primates de Rainfer tengan calefacción.

Puedes hacer lo correcto y convertirte en un héroe real simplemente pinchando aquí.

Y muchas gracias. Estás rescatándonos el alma.

Caja_Verde_loo_Rainfer

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