Publicado el 4 de noviembre de 2020

Episodio 6 – TPPyTQ instagrama multicast – ¿Qué se mueve cuando un perro se queda quieto?

La permanencia formal, pedirle al perro que permanezca en una posición, típicamente el tumbado (pero… ¿quizá sea más interesante enseñarlo desde el sentado?), mientras nos alejamos es un conocido ejercicio, cuya dificultad es más emocional que técnica ¡¡es duro quedarse quieto mientras la persona a quien quieres se aleja e incluso desaparece de tu vista!! Por eso, la permanencia debe planificarse desde el estado emocional antes que desde la conducta adoptada y, por eso, bien entrenada, aporta mejoras a las capacidades de gestión emocional del perro que la practica.

Menos conocida es la permanencia informal, pedirle al perro que se quede en un lugar, típicamente una habitación con la puerta abierta, dentro del cual puede actuar a voluntad, pero sin abandonarlo, teniendo SIEMPRE la opción de salir sin que suceda nada malo si lo hace. Este ejercicio es aún más complicado emocionalmente, porque en la permanencia formal el perro puede sostenerse en mantener la conducta que conoce, pero… gestionar su libertad conductual dentro de la habitación sin salir de ella ¡¡eso es autogestión 2.0!! Y fortalece e interconecta múltiples capacidades de gestión emocional que, en el fondo, es la capacidad del perro de gestionarse a sí mismo.

Porque cuando el perro permanece quieto, sus capacidades emocionales se mueven, y si sabemos hacia dónde podremos entrenarla mejor y le sacaremos réditos para ayudarle a afrontar con éxito muchísimas otras situaciones.