Por primera vez en EDUCAN hemos desarrollado y estamos impartiendo formación que no está íntegramente destinada a la educación, adiestramiento y gestión de la conducta de nuestros amigos caninos o felinos: Nuestro curso de “Asistente a la Atención Clínica Veterinaria”, lo que coloquialmente se conoce como ATV o Auxiliar Técnico Veterinario.
Nos hemos pensado mucho esta ampliación de nuestra oferta formativa, el motivo para hacerlo es doble: en primer lugar hemos comprobado que la mayoría de cursos que se ofrecen en esta especialidad utiliza un sistema de prácticas de los alumnos en clínicas veterinarias, vinculando la eficacia de la formación a la calidad de estas. Aparentemente este es un sistema muy atractivo: el alumno conocerá de primera mano el día a día de su futuro trabajo, integrándose de manera armónica con el cuerpo profesional de la clínica o clínicas en las que realice estas prácticas, sin embargo la realidad es muy diferente.
Puesto que las prácticas están asociadas a la actividad de la clínica, el poder “practicar” o no determinadas destrezas dependerá por completo de que el azar traiga un número suficiente de casos representativos y válidos para hacerlo. También sucede que, como en todos los trabajos, no todo el tiempo que pasa el alumno en la clínica tendrá valor formativo, pues, según el flujo de clientes o la necesidad de despachar asuntos de índole no veterinaria, habrá un importante número de horas vacías de contenido didáctico. Estas características hacen que las prácticas sean irregulares, desiguales y se haga necesario permanecer en las clínicas un altísimo número de horas para llegar a realizar las prácticas efectivas que serían necesarias para la buena formación del alumno, lo que algunos profesionales con pocos escrúpulos están aprovechando para tener personal poco cualificado pero gratuito (o mejor aún: que paga por trabajar), que está relegado a los trabajos más ingratos y menos especializados de la clínica, como fregar, ejercer de dependiente de la tienda de artículos para mascotas o ser recepcionista telefónico. Algo que no es el objetivo de los alumnos y que, si bien puede ser parte de su ejercicio profesional posterior, no debería ocupar un lugar principal en su formación práctica ni llenar la mayor parte de sus horas de aprendizaje.
Además los profesionales veterinarios honestos (la inmensa mayoría) que acogen a los alumnos en prácticas son conocedores de que estos únicamente han recibido una formación previa teórica, con lo que son cautos sobre lo que les dejarán hacer o no durante su estancia, pues no olvidemos que quienes acuden a la clínica son clientes reales con problemas reales de sus mascotas y por ello es arriesgado, cuando no fraudulento, dejar que un alumno en formación lleve a cabo determinados protocolos que sólo conoce “sobre el papel”, lo que les lleva a limitar mucho aquello que se les deja hacer. Según sea la precaución del veterinario el alumno no practicará nunca algunas de las cosas que ha aprendido de manera teórica como vendajes o suturas, y es que todos sabemos que las responsabilidades reales de un becario en una empresa seria son dos: hacer fotocopias y no molestar mientras los profesionales trabajan :), o sea ver, oír y callar.
Como todos nuestros alumnos saben, una de las características de nuestros cursos es la máxima densidad formativa, por lo que ese formato de muchas horas de prácticas con poca “chicha” real nos parecía un desperdicio del tiempo del alumno y, off course, de su dinero. Creemos que existe un importante número de interesados en formarse en esta especialidad que valoran su tiempo y esperan exprimir cada minuto (¡y cada euro!) que empleen en hacerlo, optimizando la adquisición de conocimientos a través de prácticas concretas y definidas que aseguren la aplicación tutelada de los conocimientos reales de asistencia clínica.
Nos hemos puesto manos a la obra para dar servicio a estos potenciales alumnos más exigentes y ocupados, el resultado es un curso de Asistente a la Atención Clínica Veterinaria diseñado para dar más por menos: De noventa y seis horas lectivas hay más de un treinta por ciento de prácticas realizadas como cinco talleres monográficos: suturas, fluido-terapia, vendajes, laboratorio (tinciones, improntas, citologías, tricogramas, coprológicos…), y familiarización con el material de quirófano. Esta manera de plantear las prácticas garantiza la adquisición de destreza de ejecución del alumno en aspectos fundamentales de la asistencia clínica veterinaria, con lo que el veterinario que sea un potencial contratante se encontrará con que quienes se han formado en EDUCAN ya han recibido el entrenamiento necesario para llevar a cabo competentemente dichas labores, no teniendo que hacerlo por primera vez durante situaciones reales, con los riesgos que ello entraña.
Pero antes dije que el motivo para poner en marcha este nuevo curso era doble, y hasta ahora sólo hemos hablado de la primera razón, que es, obviamente, ofrecer un curso más corto pero mucho más condensado y aprovechable que los que componen la mayoría de la oferta formativa actual en la especialidad. El segundo motivo es de interés para nuestros alumnos de adiestramiento y modificación de conducta: Este curso de “Asistente a la Atención Clínica Veterinaria” cubre sobradamente los requisitos de los módulos formativos “Realizar labores de cuidados e higiene canina” y “Realizar labores de primeros auxilios aplicados a perros”, necesarios obtener los certificados de profesionalidad de Adiestrador y Educador e Instructor Canino, por lo que quien desee completar su formación para poder certificarse oficialmente se encontrará con que en EDUCAN ofrecemos una modularidad que le permite el máximo control de su plan de estudios: si desea únicamente los conocimientos técnicos necesarios para adiestrar y realizar modificación de conductas puede realizar sólo nuestro curso de “Adiestrador profesional y Técnico en Modificación de Conducta Canina”, si quiere ampliar conocimientos y le convence nuestra propuesta técnica y didáctica, tiene la opción de matricularse en el curso de continuación, “Adiestrador Profesional y Especialista en Modificación de Conducta Canina Avanzado”, y si desea completar el ciclo formativo que le dé acceso a los próximos certificados de profesionalidad puede hacerlo apuntándose al curso de “Asistente a la atención Clínica Veterinaria”. Al dividir la formación necesaria para obtener las cualificaciones en varios cursos diferentes se evita que alguien pague por conocimientos que no desea o que ya tiene, como podría ser el caso de un veterinario que quiere formarse como entrenador y especialista en modificación de conducta canina, para el que no tendría sentido pagar y realizar las horas formativas como Asistente a la Atención Clínica Veterinaria. También puede suceder que alguien desee aprender a adiestrar, pero no quiera dedicarse a ello profesionalmente y por ello prefiera no pagar por una formación veterinaria que no es de su interés. Además es una garantía de nuestra confianza en la calidad de la formación que impartimos, no necesitamos “atar” al alumno a nosotros con un curso larguísimo, que si después no es lo esperado habrá agotado su bolsillo y su ánimo, nuestro plan didáctico se divide en cursos trimestrales independientes y nos esforzamos al máximo porque nuestros alumnos al terminar cada uno de ellos deseen continuar formándose con nosotros. Y nuestro curso avanzado (exclusivamente para alumnos que han aprobado el básico) siempre está lleno. Por algo será ;).