EDUCAN acaba de poner en marcha el primer laboratorio de España dedicado exclusivamente a la medición de marcadores fisiológicos (cortisol, oxitocina, serotonina, dopamina…) de la influencia en la calidad de vida de los perros de las diferentes acciones que las personas realizamos con ellos, en particular al entrenarlos, educarlos o emplearlos en tareas de asistencia, utilidad o en prácticas deportivas.
EDUCAN se convierte así en la primera y única empresa de adiestramiento y educación canina del mundo que cuenta con instalaciones de investigación química (principalmente) propias para comprobar de manera 100% objetiva la incidencia del adiestramiento en el bienestar y en las posibilidades de los perros de ser felices.
Esto ha supuesto una inversión enorme de recursos, de hecho la práctica totalidad de nuestros beneficios de los últimos años ha ido destinada a montar tanto este laboratorio, como nuestro centro de investigación del comportamiento. Las dos estructuras que sostienen el inicio de nuestra labor de estudio y validación objetiva de la eficacia y seguridad de las diferentes intervenciones que hacemos sobre el comportamiento de los perros.
Antes de exponer lo que se puede lograr con este laboratorio, así como de explicar el porqué de abrirlo, quiero agradecer a los miembros del equipo de EDUCAN por preferir unánimemente que toda nuestra inversión fuese a dotarnos de estas estructuras de investigación y no al beneficio personal de los miembros del equipo. Se han, nos hemos, apretado el cinturón a cambio de obtener un conocimiento real, objetivo y consistente sobre cómo resultan de eficaces y de beneficiosas para los perros las técnicas que empleamos para educarles.
Y ahora sí, explicaré la relevancia y necesidad de estas instalaciones en detalle, por lo que no será un texto corto.
En la educación canina se han instalado dos falsos profetas que están intoxicándonos e impidiendo el avance colectivo y la comunicación honesta entre profesionales.
- Los resultadismos, que consideran admisible toda forma de práctica profesional que logra los objetivos conductuales deseados. Esta es una puerta abierta al maltrato, al abuso profesional, a la simplificación excesiva y a la objetualización del perro, en oposición al reconocimiento de su valor como individuo.
- Los buenismos, que hacen grandes declaraciones de intenciones, pero que no concretan de manera objetiva aquellas prácticas que consideran válidas y aquellas que no. Esto da lugar a juicios diferentes sobre prácticas iguales, al sectarismo y a la exclusión, inunda de lugares comunes la profesión y distorsiona los mensajes que reciben los potenciales clientes sobre la profesión, su objetivo y su praxis.
Estas posturas paródicas impiden por completo el desarrollo de una deontología profesional, que es la exposición clara de las prácticas que consideramos eficaces y aceptables en el ejercicio de nuestra profesión y cuáles no.
Dichas prácticas deberían responder a parámetros y criterios que puedan comprobarse y medirse de tal modo que puedan evaluarse objetivamente por parte de un tercero.
La ciencia es la única manera de conocer la realidad que subyace a las diferentes propuestas de tecnología del entrenamiento, por esto en EDUCAN tomamos la decisión de investigar sobre cómo de eficaz es una determinada manera de entrenar y cómo afecta al bienestar del perro, a su acceso a la felicidad.
Cuando empezamos a diseñar nuestro programa de investigación nos encontramos con algunos problemas.
Comprobar la eficacia real de las propuestas de entrenamiento requiere un alto número de perros, demasiadas veces, con voz demasiado alta, esgrimen los resultadistas los éxitos logrados es una única disciplina de adiestramiento, con una única raza de perro, como prueba de su eficacia universal. Esto es ridículo.
La muestra sobre la que debe reposar una afirmación de eficacia debe ser amplia y representativa de todo tipo de perro al que después se le vaya a aplicar. Sin eso no existe prueba real de las bondades de una propuesta de entrenamiento para lograr resultados.
Esta primera dificultad nos exigió crear un lugar dedicado plenamente a la investigación y destinar personal a esta labor, fue algo exigente en recursos, pero que dependía únicamente de nosotros. Fruto de ello nació el Centro EDUCAN de Investigación Desarrollo e Innovación Tu perro piensa y te quiere para el estudio y bienestar animal.
Pero la eficacia de una técnica de adiestramiento o educación para lograr una determinada conducta es insuficiente para validarla como apta para su aplicación, es necesario conocer también qué repercusión tiene dicha técnica para la salud emocional del perro. Y en esto las grandilocuentes afirmaciones buenistas no valen: es necesario demostrar objetivamente cómo afecta cada cosa a los perros para determinar la ética de su uso.
Inicialmente nos parecía que medir esto no sería demasiado complicado, qué pardillos.
Pensamos en medir el ritmo cardíaco como marcador del estrés que generaba cada técnica aplicada, esto sería ideal: medición no invasiva, sencilla y barata.
Descubrimos que existían dos problemas con esta idea.
El primero es que se ha comprobado que el ritmo cardíaco puede ser un dato de apoyo para aportar consistencia a otras mediciones fisiológicas, pero como único parámetro no aporta mediciones ni mínimamente fiables sobre el nivel de estrés.
El segundo problema era más grave, porque era un problema de enfoque. El estrés nos puede hablar de lo “mala” que es una técnica para el perro ¡¡pero no buscamos las técnicas menos malas sino las buenas!! La técnica ideal no es la que resulta eficaz sin dañar el nivel de bienestar del perro, sino aquella que es eficaz e INCREMENTA dicho nivel de bienestar. Necesitábamos marcadores de la mejora del bienestar además de marcadores de su merma.
Además el estrés no es necesariamente malo, muchas de las cosas que más disfrutamos pueden generar estrés, si (1) de manera simultánea aumentan otros marcadores de bienestar y se comprueba que (2) el estrés se disipa rápidamente (un marcador fiable de que estamos ante un estrés “bueno”) podremos considerarlas seguras y saludables.
Además debíamos encontrar formas de medición no invasivas para los perros: la toma de muestras de saliva para medir cortisol (estrés) y oxitocina (bienestar social) eran óptimas.
Peeeero resulta que los laboratorios no están muy por la labor de medir estas variables en nuestros compañeros de cuatro patas, no parece haber demanda suficiente como para que les compense configurar sus máquinas para la medición en perros, ni para destinar a su personal a hacerlo. Encontrar uno que aceptase era difícil y casi parecían hacernos un favor, en estas circunstancias podríamos haber sacado adelante nuestro primer experimento, que empieza esta semana, pero no podíamos garantizarnos la necesaria continuidad que se requiere para lograr objetivos globales de conocimiento y comprensión sobre cómo influyen nuestros actos en el bienestar y la felicidad de los perros.
Así que, reunido con el equipo de trabajo, decidimos que nuestra mejor posibilidad era adquirir nosotros el equipo y montar un laboratorio que nos permitiera hacerlo. Todos estuvieron de acuerdo: los perros nos han dado mucha felicidad, y ahora tocaba invertir en una buena manera para devolverles al menos una parte.
Ya puestos a montar un chiringuito de esta entidad, quienes me conocen lo pueden imaginar 😉 , preferimos no quedarnos limitados a la medición de estas dos sustancias.
Nos hemos dotado también de recursos para medir decenas de parámetros importantes para conocer el bienestar de los perros, como la serotonina, la dopamina, la adrenalina, la noradrenalina… algunas cosas en saliva, otras en orina. También tenemos la posibilidad de medir en plasma diferentes sustancias, aunque de momento no consideramos necesario ni justificado tomar muestras de sangre para ninguno de los estudios proyectados, pero mejor tener una estructura de laboratorio demasiado grande, que demasiado pequeña. También mediremos cuando convenga como dato de apoyo el ritmo cardíaco a través de pulsómetros, al fin y al cabo cuando nos dijeron que era una medición insuficiente ya los teníamos comprados :-/
Por supuesto, como decía el tío Ben, un gran poder implica una gran responsabilidad y por ello este laboratorio de medición fisiológica del bienestar no es algo solo para EDUCAN, queremos que todo el mundo de la educación canina, de la investigación sobre perros en nuestro país y también quienes emplean a los perros tanto en diferentes labores de utilidad (asistencia, terapia, localización…) como deportivas (Agility, IPO, Disc Dog…) pueda acceder a la evaluación de aquellos parámetros que garanticen que su trabajo, además de eficaz, está contribuyendo a mejorar la calidad de vida de sus perros.
Aunque aún tardaremos unos meses en poder ofrecer servicios de medición a otras entidades, la posibilidad de hacerlo, sin búsqueda de beneficio económico alguno por nuestra parte, es una de las ideas que nos animaron en este proyecto, que puedo asegurar que está al servicio de todos aquellos que elijan el camino de la comprobación objetiva de su trabajo.
Elige el conocimiento.
Hazle frente al frentismo.
Comprueba, mide y colabora.
Podemos convertir el mundo profesional del perro en una empresa colaborativa. Hagámoslo.
¡¡Di que quieres una revolución!!
#laboratorioEDUCAN #descubrealosperros #EDUCANtodosabordo #EDUCANesEDUCAN #nadasepareceaEDUCAN #elÉXITOseaprende #bienvenidosalmundodelmañana #EDUCANdiquequieresunarevolución